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Ni soñarlo

El Born siempre ha sido una buena zona a la que ir a tomar algo por la noche. Infinitud de bares te llaman, te provocan para que entres en ellos a disfrutar de un buen cocktail con tus amigos, cual sirena cruzándose en el camino de Ulises. Aunque debes estar advertido de una cosa, si por casualidad de cruzas con el Cactus Bar, ni lo sueñes.

El Cactus Bar es esa sirena fea que, no sabes como, pero te acaba arrastrando hacia donde se encuentra, en el Paseo del Born, 30. El lugar es pequeño, consta solamente de 4 mesas altas con taburetes, y una barra incrustada en un ventanal de la pared donde poder apoyar la copa. Música estridente y una luz que no acompaña comletan el local. Al fondo, la barra donde pedir el mojito. Te acercas para conseguir tu copa, sorteando a la gente, que es poca pero muy apretada. Pides el mojito, que te preparan allí mismo, algo que, a priori, no tiene porque ser malo, pero cuando la gente se avalanza sobre ti empujándote de lo último que tienes ganas es de quedarte esperando. El vaso donde se prepara el mojito es grande, parece buena señal, al fin y al cabo, porque no obviar lo ocurrido hasta ahora y disfrutar del mojito?

Pues no. Un mojito muy ácido no se puede disfrutar. Un mojito con tanto sabor a menta no se puede disfrutar, y menos cuando, en lugar de unas pocas hojitas parece que haya crecido dentro del vaso la selva del Amazonas. Al recoger el mojito de la barra debes pagar, y aquí llega lo peor. El alboroto en el bar no te permite escuchar bién a la camarera y vuelves a preguntar de nuevo, para confirmar si el precio que te había parecido oir, 7.50€, era correcto. La nueva respuesta de la camarera es diferente, el precio sube un euro, 8.50€. Al preguntar el porqué la respuesta es: «me he confundido». Puede que sí sea fruto de una confusión, aunque después de todo, cuesta creerselo. Si alguna vez paseáis por la zona no escuchéis los cantos de sirenas. Ulises se arrepintió.


Cómo se hace un mojito?

Existen numerosas maneras de hacer un mojito. Cada cuál tiene su receta, desde el blog os proponemos ésta:

Nosotros hicimos la prueba, aunque con algún cambio: utilizamos azúcar moreno en lugar de azúcar blanco, tal y como dice la receta natural, ya que el azúcar moreno le da al mojito un sabor especial. Éste fue el resultado:

Recomendamos previsión. Nos faltó el hielo picado así que si se tienes previsto intentar hacer el cocktail por la noche convendría picar el hielo con anterioridad. El proceso fue sencillo, y el resultado fue fantástico, tan bueno que no nos pudimos resistir a hacer un segundo mojito, ésta vez con un toque diferente. Le añadimos zumo de fresa natural, rebajando las cantidades de los otros ingrediente para poder incluirla.

Y a disfrutar de un buenísimo mojito casero!


Pasen y vean

Hemos encontrado los mejores mojitos de Barcelona, hasta el momento, y estan el Alsur Café. De los estableciemientos que la marca posee en Barcelona, nosotros hemos tenido el gusto de ir al que se encuentra en el Born (C/dels Carders, 17), aunque también pueden gozar de los mismos mojitos en el que se situa justo delante del Palau de la Música.

El local es grande, con diferentes ambientes. El espacio, alargado y, según como se mire, estrecho, está muy bien aprovechado con mesas a un lado y con sofás al otro, en los que, una tabla de madera, actúa a modo de mesa para que, aún estando estirados en ese sofá, tengamos un soporte sobre el que dejar nuestro mojito. Del techo cuelgan unas lámparas recubiertas de telas de diferentes colores, que crean reflejos en la luz, provocando un efecto muy agradable.

Y qué decir del mojito? Pues que no había provado nunca antes uno como éste: dulce pero en su medida, con el toque de menta justo (y sin grandes hojas que después se filtren por la pajita) y con trozos de limón que le daban ese toque ácido que al final necesita. De acuerdo, con lima hubiera sido mucho mejor, pero la calidad del mojito no se merece que nos pongamos quisquillosos. Y vale la pena, porque podremos disfrutar de unos tragos buenísimos por sólo 3,95€.

Por no hablar de las variedades. Hasta 14 tipos diferentes de mojitos, entre los que podemos encontrar sabores tan diferentes como por ejemplo vainilla, maracuyá, mango, coco o chocolate (hacen hasta un mojito de pepino!). Tan sólo por un euro más puedes disfrutar de un mojito de sabores. Pero lo mejor es que no sólo aumenta el precio, sino que, además, se sirve más bebida, qué más se puede pedir?

No lo duden, si quieren mojitear como es debido, vayan a Alsur Café.


Un mojito diferente

El mundo de la cocina lo está revolucionando todo, y los mojitos no iban a librarse. En el restaurante Alba Granados (C/Enric Granados, 34) se puede degustar una impresionante espuma de mojito. Mediante técnicas avanzadas de hostelería se consigue crear una espuma de ron con aroma de menta, y se combina con helado de limón. Pero un aviso, no intentes bebertelo porque este mojito se toma con cuchara. Parece mentira, pero no recordando para nada a un mojito en apariencia, consigue que el comensal note el gusto del mojito original llevandose una cucharada a la boca, ¿quién lo hubiera dicho?

Por 6,95€ puedes degustar este mojito totalmente renovado, eso sí, esto no es un bar, no se puede entrar dierctamente a beber mojitos (o por lo menos no se debe), así que antes de poder probarlo, te espera una muy agradable cena.

El mojito espumoso

 


«Lo esencial de un buen mojito es mezclar las cantidades justas»

Nos reunimos con Alberto Jiménez, antiguo propietario de una coctelería en el barrio barcelonés de Sants. Su gusto por los cocteles le hizo pensar que no habría otro modo mejor de ganarse la vida que poder compartirlos con la gente. Alberto tiene algo en común con nosotros, su cóctel favorito: el mojito.

Joan: Me imagino que, en su bar, el mojito era de los cocteles más pedidos…

Alberto: Efectivamente. Pero no sólo en mi bar. El mojito es el cóctel por excelencia y estoy convencido de que en todos los bares que preguntes será así. Yo ofrecía a mis clientes una gran variedad de bebidas, pero al final lo que más demanda tenía eran los mojitos.

Hielo pilé: el hielo picado

J: ¿Cuál es el secreto de un buen mojito?

A: Lo esencial es mezclar las cantidades justas, porque si se desequilibran ya no queda igual. Es mejor utilizar azúcar de caña porque es más natural y le da un toque más dulce. Esas son las 2 cosas que considero más importantes, después está el tema del hielo. Es cierto que los mojitos, y de hecho la mayoría de cocteles, se sirven con hielo pilé (hielo picado) sobre todo porque queda mejor presentado, pero eso supone un problema. El hielo más pequeño se derrite más rápido mientras que el cubito mantiene el coctel frío durante más tiempo, y además no lo agua.

J: ¿El ron no es importante?

A: Por supuesto que sí, pero ya se parte de la base de que el ron es de calidad. Entonces lo que más importa son las cantidades.

J: ¿Qué le parecen las diferentes variedades de mojito?

A: No me parecen mal, pero de todos modos cuando me tomo un mojito no me gusta que ningún sabor me esconda el gusto original. Por ejemplo, se ha extendido mucho el mojito de fresa, pero personalmente considero que la fresa adultera un poco el sabor, lo hace mucho más dulce, y pierde el toque ácido que le da la lima.

Alberto tiene las cosas claras: los mojitos no solo se beben, también se disfrutan. Es una pena no poder probar alguno preparado por Alberto, pero desde Barcelona Mojito’s Tour seguiremos degustando mojitos por Barcelona, para encontrar el mojito definitivo!


Bambú Lounge Bar

Que no os engañe la entrada

No son pocos los bares donde tomarse un buen mojito si paseamos por las calles del barrio de Gracia. De todos modos es poco probable que, en ese paseo, alguien decidiera entrar en el Bambú Lounge Bar, porque seguramente no lo vería. Situado en una pequeña travesía de la calle Verdi (en la calle Vallfogona, 23), el bar tampoco es que llame mucho la atención, sino fuera por la gran cabeza de un Buda que hay en la entrada.

Pero al entrar todo cambia. Una atmósfera roja inunda el local, y te invita a adentrarte más allá de la barra y de las pequeñas mesas de 2 de la entrada. Una vez allí, no lo dudas: te sientas en uno de los sofás y te dispones a disfrutar de tu mojito. Los aires asiáticos en el ambiente no impiden que, gracias a su extensa carta, se puedan degustar platos típicos de cualquier parte del mundo. Por si entra hambre entre copa y copa.

Buda lo controla todo, por si acaso

Pero vamos a lo que nos importa, el mojito. Aunque debería decir «los mojitos» ya que, además del clásico mojito, también encontramos el de fresa, con fresa natural, y el mojito bambú, una especialidad de la casa, a base de ron miel. Vale la pena pagar 5€ por mojito (6€ el bambú). El gusto a menta está equilibrado con el gusto a lima y al no abusar del hielo permite que el mojito no se agüe cuando este se derrite (si se da tiempo a que se derrita). Se debe destacar también el de fresa, del que se puede decir que incluso es mejor que el mojito original.

Es recomendable acudir en grupos de más de 4 personas, ya que ese es el mínimo para poder gozar de las mesitas con sofá, sinó no quedará más remedio que sentarse en las mesitas de al lado de la barra, que no estan mal, pero estaremos de acuerdo en que no se puede comparar la comodidad de un sofá con la de un taburete.

En la carta, al lado de cada cocktail, aparece un dibujo con la copa en la que viene servido dicho cocktail, un detalle que puede parecer sin importancia, pero acaba de completar el buen servicio del bar. Como curiosidad, cada martes, el bar se convierte en un punto de encuentro para todo aquél que busque piso o que necesite un compañero de piso.

En definitiva, si se quiere pasar una noche bebiendo y charlando entre amigos, este es el sitio. No se arrepentirá.